Durante este tiempo debes estar bajo vigilancia médica para identificar oportunamente cualquier problema o complicación que pudiera presentarse, sobre todo si en el embarazo tuviste presión alta, hemorragia o infección. Por ello, es conveniente que vayas con tu Médico Familiar o tratante siete días después del nacimiento, y te indicará las consultas que debes asistir para revisión.

Los primeros días después del parto, es normal que presentes algunos cólicos, lo cual significa que tu útero se está contrayendo para volver a su tamaño normal, poco a poco deben desaparecer. También puede presentarse durante 15 a 20 días, escurrimiento por la vagina, con apariencia de sangre aguada de color rojo u obscuro, a este líquido se conoce como loquios, y poco a poco se irá aclarando y disminuyendo en cantidad hasta desaparecer por completo.

Si no tuviste complicaciones durante el parto, puedes mantener tu actividad física normal. El reposo en cama, no es necesario y puede ser perjudicial porque favorece la formación de coágulos en las piernas además de que no permite la salida de los loquios.

Tu alimentación debe ser normal, si el médico no te recomendó alguna dieta especial. Si deseas puedes reanudar tu actividad sexual al terminar el puerperio, es decir seis semanas después del parto o cesárea. Pero, no deben olvidar, ni tú ni tu pareja, cuidarse con un método anticonceptivo de uso regular que sea seguro y eficaz. Si estás lactando, pregunta al personal médico cuál es la mejor opción para ustedes.

Si durante el parto o cesárea, aceptaste usar y te colocaron un dispositivo intrauterino, es conveniente que te lo revisen en tu primera consulta después del puerperio y debes asistir a las citas de seguimiento, o bien si te ligaron las trompas, es decir te realizaron la oclusión tubaria bilateral o salpingoclasia para no tener más hijas o hijos, debes acudir a revisión de la herida y/o retiro de puntos siguiendo las indicaciones medicas cuando te den de alta del hospital.

Los siguientes son síntomas de alarma que debes tener muy presente; en caso de que se presente alguno de ellos, acude con tu médico de inmediato:

1. Sangrado vaginal abundante y con coágulos, en los primeros siete días.
2. Fiebre, escalofríos, loquios con mal olor o aspecto purulento (de color amarillento o verdoso como si fuera pus), dolor en la cadera o en la parte baja del abdomen.
3. Fiebre, escalofríos, dolor, hinchazón y enrojecimiento de la herida de la cesárea o de la vagina.
4. Hinchazón y dolor, con o sin fiebre, en el trayecto de las venas de las piernas.
5. Fiebre, escalofríos, dolor, hinchazón y enrojecimiento de alguno de los senos.