Este 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Parkinson.
• El director general del Seguro Social, Zoé Robledo, llamó a ser sensibles ante las necesidades de casi 10 millones de personas en el mundo con esta enfermedad.
En el marco del Día Mundial del Parkinson, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Maestro Zoé Robledo, indicó que esta fecha debe generar sensibilidad sobre las necesidades que tienen cerca de 10 millones de personas en el mundo que padecen esta enfermedad.
Zoé Robledo señaló que el Parkinson afecta a personas mayores de 55 años, se presenta más en hombres que en mujeres y es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente en México.
Resaltó que esta es una enfermedad prioritaria para todo el sector salud, en el IMSS hay diferentes medidas par a atenderla, entre ellas, rehabilitación y cirugía de estimulación cerebral profunda.
“En el Centro Médico Nacional Siglo XXI se tiene el programa único en el sector de realización de cirugía funcional y colocación de estimulador cerebral profundo, para tratar síntomas y signos de esta enfermedad en pacientes bien identificados y seleccionados”, explicó.
El director general del Seguro Social indicó que este padecimiento crónico-degenerativa se produce por la pérdida de un químico llamado dopamina, que se produce en las partes profundas del cerebro y que se denominan ganglios basales.
Detalló que los síntomas empiezan gradualmente, con un temblor apenas perceptible en una sola mano; la enfermedad también puede causar rigidez o disminución del movimiento.
Añadió que otra sintomatología en los pacientes con Parkinson es el temblor de reposo, comienza con una extremidad y después se generaliza en el resto del cuerpo.
También se manifiesta con rigidez de los músculos, los movimientos se hacen muy lentos y ocasionan que las personas se tarden el doble del tiempo o más en realizar actividades de la vida diaria por sencillas que parezcan.
Zoé Robledo refirió que otros síntomas que se pueden presentar son trastornos de la marcha, del equilibrio, sialorrea o exceso de saliva, inexpresividad facial, habla lenta o depresión.