Depresión en el adulto mayor

La depresión es una enfermedad mental que afecta a más de 350 millones de personas en todo el mundo, siendo los adultos mayores uno de los grupos más vulnerables.

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  • La depresión es un trastorno del estado de ánimo y de las emociones. Las emociones normalmente cambian y sus 2 grandes variaciones son la tristeza y la alegría.

    La depresión es una enfermedad que está relacionada con una disminución en la serotonina, que es un neurotransmisor que regula las emociones de bienestar y el sueño; provocan un cambio en su energía, y se ve reflejado en una serie de alteraciones en las que dominan los sentimientos de tristeza y baja de la voluntad.

  • No, comúnmente las usamos como sinónimos pero no lo son, la tristeza es una emoción, mientras que la depresión es un trastorno, donde hay una afectación global del funcionamiento del individuo, en el que además de tristeza hay una serie de manifestaciones como baja en la voluntad, autoestima, la actividad diaria, sentimientos de inutilidad y recurrentes sentimientos de culpa que afectan su vida cotidiana, familiar, social y laboral.

  • Son varias. Una es la pérdida de su vitalidad, cambio en su ritmo de vida, disminución de sus funciones y capacidades. Otras son las pérdidas que va teniendo a su alrededor de figuras significativas e importantes, como pude ser: gente de su edad, de su pareja, la separación de los hijos y las familias, así como pérdidas laborales. También repercute el inicio de una serie de enfermedades crónico degenerativas que con la edad empiezan a llegar. La merma económica puede ser factor predisponente para una depresión; no es lo mismo que sea trabajador en activo a que tenga alguna limitante, como una pensión o que incluso no tenga ninguna entrada económica.

  • No. El adulto mayor debe continuar viviendo intensamente, adaptándose a su situación, pero no por ello debe estar triste o con pensamientos recurrentes de muerte.

  • Existe una diversidad de señales que pueden identificar una depresión, tales como: buscar a personas con las que estaba distanciado, la suspensión de tratamientos médicos, menos socialización, carácter irritable, indiferencia ante situaciones que habitualmente disfrutaba o le afectaban, llorar frecuentemente, además de dormir más y comer menos.

  • La disminución de energía, merma en sus actividades, disfunción social, familiar y en caso extremo el suicidio.
    En adultos después de los 65 años hay un alto índice de suicidios.

  • Escuchar sus miedos, no minimizarlo, integrarlo en actividades familiares y con personas de su edad. Es importante que tengas presente que aunque la depresión es frecuente en Adultos Mayores, no es normal.

  • Solicitar el apoyo profesional para determinar si se trata de una depresión y descartar alguna demencia.

  • Lo primero que debe hacer si sospecha que un Adulto Mayor padece de depresión, es llevarlo con el médico familiar, quien lo podrá canalizar a un 2do nivel o 3er nivel, para que reciba tratamiento con medicina.
    Además, de invitarlo a que tome alguna de las actividades para Adultos Mayores que se imparten en unidades de medicina familiar y en los centros de seguridad social.

    • Buscar apoyo con un proceso terapéutico.
    • Integrarse a grupos de adultos mayores.
    • Hacer ejercicio para mejorar la producción de la serotonina y mantenerse activo.
    • Comer saludablemente.
23/09/2020 - 11:58