Diabetes Mellitus
La diabetes mellitus es un padecimiento que está asociado a estilos de vida poco saludables (obesidad y/o sobrepeso; vida sedentaria y alimentación rica en azúcares y grasas) y a la predisposición por factores genéticos (padres o hermanos con el padecimiento).
Prediabetes
Antes de que esta enfermedad se manifieste, casi siempre existe una condición médica anterior, llamada “prediabetes”. Es decir que los índices de la glucosa en la sangre son mayores que los normales, pero no lo suficientemente altos como para diagnosticar diabetes.
Por ejemplo, cuando a una persona en su examen de detección de diabetes, se le encuentra un resultado en ayuno de 100 a 125 miligramos de glucosa por decilitro de sangre (mg/dl) o bien comió o bebió algo en las ocho horas anteriores a la prueba y el resultado es entre 140 a 199 mg/dl, es probable que tenga prediabetes.
En este caso debe realizar otro estudio y si estos resultados se repiten, se comprueba la prediabetes, por lo cual se deberán tomar las medidas necesarias para controlarla, ya que 11 de 100 personas con prediabetes desarrollarán diabetes, en los próximos tres años.
Recomendaciones
Para controlar o prevenir la prediabetes y/o la diabetes, te recomendamos:
· Sigue una alimentación correcta basada en el Plato del Bien Comer
· Evita refrescos, jugos embotellados y comidas rápidas
· Cuida el tamaño y cantidad de los alimentos que consumes
Si sigues estas medidas de precaución, es posible que se retrases o que prevengas para siempre la diabetes. Visita la infografía que tenemos para ti acerca de la alimentación que debes de llevar para evitar la diabetes.
Solicita más información a tu médico familiar, en tu Módulo de PREVENIMSS o en los Servicios de Prevención y Promoción de la Salud para Trabajadores IMSS que te corresponde.
Consumo de azúcar
BALAZO: Pon atención en tu alimentación, elige lo que te conviene y disfrútalo.
FOTOGRAFÍA
¿Cuáles son las consecuencias de ingerir
azúcar en exceso?
El azúcar es parte de nuestra cultura alimenticia, proporciona el sabor dulce que muchos disfrutamos, se encuentra en forma de granulado que agregamos directamente a bebidas, comidas, o como parte de la preparación de diversos alimentos y líquidos.
Prevención
Desde el punto de vista de la nutrición es un carbohidrato simple, llamado así porque únicamente aporta calorías o energía sin otro nutrimento, al consumirlo se absorbe prácticamente en forma inmediata, por lo que las personas con diabetes deben evitar o reducir al mínimo su consumo, ya que favorece la elevación rápida de los niveles de azúcar en la sangre.
Los carbohidratos simples también están en forma natural en la composición de las frutas, cereales, leguminosas y lácteos, pero con el beneficio de que estos contienen fibra, vitaminas, minerales y otros nutrimentos.
Cuando consumimos alimentos o bebidas muy azucaradas se produce un aumento inmediato de azúcar (glucosa) en el torrente sanguíneo, inicialmente da una sensación estimulante y provoca una rápida descarga de insulina por el páncreas (llamado “pico de insulina”), esta alta cantidad de insulina provoca el descenso del azúcar en sangre incluso por debajo de lo normal (hipoglicemia), ocasionando un efecto contrario a la sensación inicial de energía, conocido como el “bajón” que se caracteriza por fatiga, debilidad, falta de concentración y hambre lo que induce a un deseo de consumir más azúcar y puede crear un círculo vicioso comparable a una adicción.
El consumo regular y excesivo de azúcar refinada agregada a los alimentos y bebidas es un riesgo para la salud por el esfuerzo constante del páncreas para liberar insulina, la cual ayuda a que la glucosa sea usada como fuente de energía y a mantener un equilibrio; a largo plazo esto conduce a un agotamiento de las células pancreáticas, con la consecuente disminución de la insulina, lo que predispone a la aparición de diabetes mellitus. Además favorece el sobrepeso y obesidad, ya que lo que no se utiliza como energía se transforma y almacena como grasa en el cuerpo.
Los productos con un alto contenido de azúcar se identifican por su sabor dulce como la miel, piloncillo, azúcar mascabado, refrescos, jugos industrializados, néctares, dulces, jaleas, postres, mermeladas y nieves, entre otros.
Una gran parte del azúcar que ingerimos se encuentra en las bebidas industrializadas, en particular en los refrescos, una botella de un litro contiene 20 cucharaditas de azúcar. Otras bebidas comerciales con alto contenido de azúcar son los néctares o jugos de fruta, que se promueven como saludables, pero tienen gran cantidad de fructosa equivalente a 4 cucharaditas de azúcar en 200 ml. Para hidratarse y satisfacer la sed es preferible tomar agua simple.
Los azúcares que contienen las frutas y la leche se consideran también carbohidratos simples, porque el organismo los asimila directamente, de manera que hay que cuidar el consumo en exceso, recordando que las frutas son fuente importante de vitaminas, minerales y fibra dietética y la leche proporciona proteínas, grasa, algunas vitaminas y minerales.
Está demostrado que comer gran cantidad de azúcar en alimentos y bebidas tiene efectos nocivos para la salud, entre los principales están: sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, colitis, envejecimiento prematuro y predisposición a algunos tipos de cáncer (mama, cérvico uterino, próstata y colón), caries y enfermedades de las encías.
Hay otro tipo de carbohidratos llamados complejos cuya absorción es más lenta, aportan energía y contienen otros nutrimentos, son los más recomendables en la alimentación diaria debido a que favorecen el control del nivel de glucosa en la sangre. Algunos ejemplos son los cereales (arroz, amaranto, avena, cebada, trigo, maíz, quinoa, salvado, tapioca, tortilla), leguminosas (frijol, haba, lenteja, garbanzo, soya, alubias), tubérculos (papa, camote, yuca), verduras (calabacita, acelga, espinaca, brócoli o nopales), entre otros.
¿Cuáles son las recomendaciones para disminuir el consumo excesivo de azúcar?
Algunas de las recomendaciones para limitar su consumo son:
· No agregar azúcar extra a los alimentos y bebidas
· Beber diario de 6 a 8 vasos de agua simple potable, en lugar de bebidas azucaradas
· Evitar el alcohol y alimentos muy azucarados
· Reducir la compra de alimentos y bebidas endulzadas
· Servir porciones pequeñas de alimentos azucarados
· No utilizar los dulces o bocadillos como recompensas
· Ofrecer frutas, en lugar de postres
· Revisar las etiquetas nutricionales de los productos
· Consumir la fruta entera, en lugar de jugos y néctares
Los alimentos en su constitución tienen sus propios azucares y no es necesario agregar algún endulzante, es recomendable aprender a disfrutar el sabor natural de los alimentos.
¿Qué tan recomendables son los sustitutos de azúcar?
Son compuestos que tienen un sabor dulce muy parecido al del azúcar, prácticamente no aportan calorías, también reciben el nombre de sustitutos de azúcar, endulzantes o edulcorantes, constituyen una opción para personas con diabetes mellitus, con obesidad o para quienes desean cuidar su peso corporal.
Los sustitutos de azúcar no tienen efecto sobre los niveles de glucosa en sangre, por lo que pueden ser utilizados cuando existe antojo de comer o beber algo de sabor dulce. Los aprobados son: sacarina, aspartame (Canderel y NutraSweet), acelsufame de potasio (Swiss Sweet), sucralosa (splenda), neotame (Newtame), ciclamato y stevia. Las personas con la enfermedad llamada fenilcetonuria deben evitar el uso de aspartame.
Existe una amplia variedad de ellos, el uso se ha incrementado por la industria alimentaria, en la preparación de refrescos, bebidas, jugos y néctares, chicles, gelatinas, yogur, cereales y chocolate, incluso en algunos medicamentos.
Muchas personas creen que los productos con sustitutos de azúcar les ayudarán a bajar de peso o a no engordar, esta falsa idea los lleva a consumir una mayor cantidad, ya que tienen un sabor muy dulce al que se acostumbra el paladar y provoca comer más. Hay que saber que el que un alimento esté preparado con endulzante sintético no lo hace saludable, porque puede contener otras sustancias en su preparación como grasas, proteínas, carbohidratos (que les confieren calorías), saborizantes, sal, conservadores y otros aditivos para dar un sabor apetecible, como es el caso de productos “light”.
Recomendaciones
· Usar edulcorante con moderación, en lugar de azúcar, miel, piloncillo o azúcar mascabado
· Reducir la ingesta de los alimentos y bebidas “light”
· Verificar la información de la etiqueta nutrimental
· Satisfacer la necesidad de comer algo dulce con fruta fresca
· Disfrutar del sabor natural
¿Cuál es la cantidad máxima recomendada que se puede ingerir de azúcar al día?
La Organización Mundial de la Salud, recomienda que el consumo de azúcares debe ser menor del 10% de la ingesta calórica total diaria, se obtendrán beneficios adicionales si se reduce a menos del 5%.
Un 5% de la ingesta calórica total equivale a unos 25 gramos (aproximadamente 6 cucharaditas) de azúcar al día, para un adulto con un índice de masa corporal normal.
Hay que tener cuidado con los azúcares ocultos en los alimentos, bebidos y aderezos procesados que generalmente no se consideran dulces, por ejemplo: una pieza de pan de caja tiene 5 gramos, una cucharada de ketchup contiene unos 4 gramos.
Ahora ya sabes cómo cuidarte, pon atención en tu alimentación, elige lo que te conviene y disfrútalo.