En promedio, cada año más de 400 mil jóvenes que viven en comunidades atendidas por IMSS-Bienestar, acuden a los Centros de Atención Rural al Adolescente
Con más de 20 años de existencia, los Centros de Atención Rural al Adolescente (CARA) de IMSS-Bienestar se constituyen como una estrategia prioritaria para favorecer y fortalecer el desarrollo saludable de los jóvenes que viven en comunidades rurales e indígenas, ya que permite sentar las bases de una población adulta más sana y menos propensa a desarrollar enfermedades crónicas.
El titular de la Coordinación de Atención Integral a la Salud de IMSS-Bienestar, Juan Carlos Ledesma Vázquez, indicó que se cuenta con un CARA en cada una de las 3,618 unidades médicas rurales en todo el país y en los 80 hospitales rurales ubicados en Baja California, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
En estos centros, dijo, la estrategia educativa aborda las cuatro problemáticas más significativas que vive el adolescente: embarazo no planeado, adicciones, violencia, sobrepeso y obesidad.
Refirió que estos temas se abordan a través de pláticas y dinámicas participativas, reflexivas y vivenciales que contribuyen a que los jóvenes fortalezcan hábitos y conductas saludables.
Destacó que durante las giras por los Hospitales Rurales de IMSS-Bienestar que han encabezado el presidente Andrés Manuel López Obrador y el titular del Seguro Social, Zoé Robledo, han visitado los CARA y conocido, de primera mano, al personal que lo opera, la utilidad para los jóvenes en sus comunidades y las necesidades para continuar con su labor.
“La indicación clave del presidente y del director general ha sido fortalecer los servicios de salud con más personal e insumos y el mejoramiento de las instalaciones, y el CARA va incluido en esto”, enfatizó.
Agregó que con mayores recursos se podrá garantizar que haya psicólogos en todos los hospitales rurales, ampliar los recursos educativos, equipos de cómputo, material didáctico y llevar las acciones a escuelas, pues hay jóvenes que no pueden acudir a estos centros.
Dijo que la cobertura de estos Centros es del 100 por ciento en las comunidades y zonas rurales y que cada año se capacita a más de 400 mil jóvenes de 10 a 19 años, en promedio.
Actualmente, los CARA son reconocidos por la población, en particular por los adolescentes, como espacios seguros, accesibles, amigables y exclusivos para los jóvenes, en los que acuden a recibir información, educación y consejería con psicólogos y/o médicos que les ayudan a relacionarse mejor con otros jóvenes y su entorno, destacó el doctor Ledesma Vázquez.
La capacitación que ahí se otorga, dijo, se refuerza con acciones encaminadas a fortalecer la autoestima y adquirir habilidades para la vida en los adolescentes, ya que una herramienta principal de los Centros de Atención Rural al Adolescente es la formación de actitudes y hábitos saludables.
Explicó que en el hospital rural el psicólogo es el responsable de la atención y lo hace de manera conjunta con un equipo multidisciplinario integrado por personal médico, de enfermería, nutrición, estomatología, trabajo social y acción comunitaria.
En el caso de las la unidades médicas rurales, el médico es el encargado del Centro y cuenta con el apoyo del o la auxiliar de enfermería, abundó.