El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a través del programa PrevenIMSS, lleva a cabo diversas campañas para detectar y atender la hipertensión arterial, mejor conocida como “el enemigo silencioso del hombre”.
El jefe del Servicio de Cardiología Preventiva y Rehabilitación del Hospital de Cardiología, del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, Samuel Justiniano Cordero, destacó que en las últimas dos décadas la salud de las personas se ha deteriorado a consecuencia del estrés, la mala alimentación y el sedentarismo que han provocado que los factores de riesgo cardiovasculares, entre ellos la hipertensión, se hayan incrementado en forma exponencial.
Una de estas campañas de prevención, explicó el especialista, consiste en que no hay mejor tratamiento que el de prevenir la enfermedad, porque justamente no va a requerir de atención médica especializada y va a evitar problemas.
El Programa PrevenIMSS busca lograr un impacto favorable en la salud de los usuarios, al disminuir el costo económico y social de la atención de enfermedades, especialmente las crónico-degenerativas. Las atenciones se otorgan de acuerdo con la edad, sexo y factores de riesgo del derechohabiente.
La hipertensión, detalló Justiniano Cordero, es una enfermedad crónica que se caracteriza por el aumento de las cifras de presión arterial en forma continua. El rango varía de acuerdo al peso, altura y edad de cada persona, aunque se podría establecer como normal hasta130/80.
Los factores de riesgo, dijo, son diversos ya que con los años las arterias se tornan más rígidas, “así como envejecemos por fuera también lo hacemos por dentro, nuestras arterias y mecanismos auto reguladores cambian de manera tal que el adulto mayor frecuentemente tiene hipertensión sistólica, esto es, cuando el corazón se contrae, a diferencia del paciente joven que el componente reactivo en sus cifras de presión arterial se relaciona más a hipertensión diastólica, es decir, cuando el corazón se expande.
Advirtió que alto consumo de sal, embutidos, alimentos en conserva y con alta concentración de grasas saturadas como el colesterol y triglicéridos así como la comida chatarra, provocan que las arterias se endurezcan. Así como el tabaquismo, la vida sedentaria, la obesidad, el sobrepeso y la diabetes son padecimientos que se asocian a la hipertensión.
Destacó que el aspecto emocional y psicológico, vivir en las grandes ciudades, en un momento de mucho estrés, también pueden aumentar la frecuencia cardiaca y la presión arterial.
El especialista alertó sobre el aumento de niños y adolescentes obesos con sedentarismo que repercute en problemas cardiovasculares en gente joven. “Esto quiere decir que cada vez hay más niños y jóvenes hipertensos, y con insuficiencia renal”.
Por ello, recomendó realizar cambios en el estilo de vida, en los que se incluye hacer ejercicio que ayuda a los sistemas auto reguladores a funcionar correctamente, además incrementar el consumo de verduras, disminuir la ingesta de alcohol, mejorar y reformular los alimentos.
El jefe del Servicio de Cardiología Preventiva y Rehabilitación del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI reveló que cuentan con Prevención Primaria, para evitar problemas cardiovasculares, programas de rehabilitación, autoayuda y métodos farmacológicos múltiples o multifactorial para un óptimo control.
En el tratamiento integral, dijo, participan endocrinólogos, psiquiatras, nutriólogos y cardiólogos rehabilitadores, quienes a través de un programa de ejercicio de control de peso pueden lograr que los pacientes que han tenido una cirugía cardiaca y que son hipertensos se puedan controlar.
“Más de la mitad de los pacientes que tienen hipertensión en el país lo desconocen. Los que se saben hipertensos no llegan ni al 40 por ciento con tratamiento y si lo tienen, no es el adecuado o no le dan seguimiento”, concluyó.